Me pides que escriba sobre ti porque quieres descubrir a qué sabes,
porque en todo este tiempo de viajes a India aún no te encontraste.
Y claro que puedo escribirte, pero lo haré sobre mi aunque piense en ti,
porque tú eres mi espejo disfrazado,
el que me enseña cosas de mi enterradas.
La que me gustaría ser o a la que mataría,
las dos.
Voy a escribir sobre ti y así de paso me hago un poco de caso.
Que ya sabes que es lo mismo.
He pensado que mejor te pongas al revés, que camines para atrás y dejes de hablar un rato.
Así a lo mejor te encuentras sin querer contigo.
En vez de ir a India vete a Nueva York,
y en vez de ponerte chanclas ponte tacones.
En vez de morderte la uñas hazte la manicura.
Y a lo mejor te encuentras por el camino del revés.
Todo esto es un circo. Un circo no real. Y nos encanta creernos payasos o bailarias, trapecistas o mujeres-bala.
Prueba a ser el que vende las entradas o pone la carpa.
O mejor aún, ¿por qué no pruebas a ser el espectador, el de las palomitas sentado en la última fila?
Me han dicho que te dijese esto, me lo han dicho por ti y por mi, que es lo mismo.
Ya ves que no me importa escribirte-me.
Sia Hu Heka 