Cuento 16 para T: Vivir en libertad

Nos han enseñado erróneamente el concepto de responsabilidad. Nos regalaron la “responsabilidad” llena de miedos y culpas. Pero eso no es verdad. La responsabilidad sobre uno mismo es la puerta hacia la libertad.

Tomas conciencia de ti misma y te haces responsable de tus pensamientos, de tus palabras y de tus acciones Esto puede cambiar tu vida para siempre. Todo lo que eres lo has creado tú. No es culpa de nadie. Es responsabilidad tuya y sobre todo, no es tu culpa.

¿Qué diferencia hay entre responsabilidad y culpa?

La culpa es cuando me siento mal por algo que hice. Me arrepiento. Pero este sentimiento sólo surge cuando lo que hemos hecho ha sido de manera inconsciente. No sabíamos como reaccionar a esa situación y reaccionamos como pudimos, generalmente de la manera que creíamos nos permitiría sobrevivir.

La responsabilidad es cuando tomamos una decisión desde la consciencia. Sabiendo que eso tendrá unas consecuencias que estaremos dispuestos a aceptar. No nos engañamos. Somos honestos con nosotros mismos. Y no actuamos desde el miedo y la necesidad de sobrevivir.

Puede que un día te levantes por la mañana y te digas a ti misma “Hoy me hago responsable de mi vida”. Y eso será abrir la puerta de la libertad. Y cerrar la puerta de la dependencia y el miedo.

“Hoy me hago responsable de mi vida”  implica “Yo he creado mi vida tal y como es hoy, por tanto, si hay algo que no funciona, algo que no me gusta, lo puedo cambiar. Y la única persona que puede cambiar mi vida soy yo”. Y eso es un gustazo. Está en tus manos, no en las de otros.

“Hoy me hago responsable de mi vida”

“Tengo la capacidad de cambiar mi vida”

“Tengo la capacidad de crear la vida que me merezco”

“Me merezco vivir feliz”

“Me merezco vivir satisfecha”

“Me merezco ser amada”

 

Recuerda T, hacerse responsable de uno mismo es una decisión que tomas por ti, no por los demás. Es un regalo que te das a ti misma. Porque te mereces vivir en libertad.

 

 

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